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Muchos preferimos los coños peludos, y el marido de esta señora era uno de ellos. Iban a salir a cenar y la madura se estaba arreglando en el baño, pero su marido no pudo esperar a la vuelta, se la quería meter ya. La abordó en el baño y empezó a besarla y a tocarla, estaba claro que pretendía desnudarla, aunque el primero en quitarse la ropa fue precisamente él.
Después le comió las tetas y con sutileza agarró su cabeza para que se agachase a mamársela. Le hizo una gran mamada hasta que se cansó y fue entonces cuando le quitó el tanga. Ahí no solo alegra a su marido sino que nos sorprende al resto, ya que es cuando muestra toda su vagina cubierta de vello púbico. Pero no era solo su coño, hasta su culo también era peludo.
Nada más verlo se la metió, le ponía cachondísimo ver esa cantidad de pelo en su chochito. Tras un rato follándole el coño cambió y se la metió también en su peludo culo hasta que tuvo que correrse. Le encantaba echarle todo el semen sobre su concha peluda, el problema era luego para ella a la hora de limpiarse.