Mujer de 50 enamorada de su sobrino, solo quedan para follar

Pero mas que clarísimo está lo que quiere esta madurita. Sin parar de mirarle el paquete a su nuevo amigo, le sonríe constantemente adulzando cada vez mas su voz temblorosa dejando en evidencia los calores que le están entrando de imaginar que ese apuesto fortachón la va a trinchar con su herramienta como si fuera un pavo de Navidad.