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Posiblemente la madura más cerda que verás hoy, y ya no solo por aspectos sexuales, su modo de vida era el de una auténtica marrana. Hoy en día y debido a la cuarentena muchas mujeres llevan un modo de vida similar, es decir, no parar de comer y engordar unos cuantos kilos de más. Pero al menos esta guarra sabe como compensar todo eso, y como no podía ser de otra forma lo hace mediante sexo.
Así que allí entre patatas fritas y botes vacíos de cerveza comenzó a desnudarle a la vez que seguía masticando. Su cuerpo era grande, estaba gorda si, pero eso le daba unas enormes tetas y un culazo impresionante. No tardó demasiado el tío en abrirle las piernas en el sofá y penetrarla, al fin y al cabo un coño siempre es un coño.
Al final acabaron follando en el suelo, el tío totalmente cubierto de sudor por el esfuerzo en follarse a aquella gorda madura, y ella rebozada en patatas fritas hasta que se corrió.