Las viejas tetonas son las más cerdas

Hace 20 años que vino al mundo y ella tenía exactamente esa edad. Ahora son 40 años y al entrar al habitación, no puede dejar de observa como duerme y el gran culo que exhibe. Parece que ella lo hace con esa intensión, el amor que siente por su hijo no se puede limitar a lo afectivo, tiene que llegar a lo carnal porque ella lo ha parido. El chaval, está más que feliz porque además de las buenas mamadas de polla que hace mamá, su chocho aún se mantiene muy estrecho y de problemas de lubricación nada. La gorda se excita mucho y no deja de gemir cuando la están follando.