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Llegar de una fiesta en la mañana y dormir toda la tarde para luego, en la noche volver a hacer lo mismo hasta la mañana siguiente. Es la vida de este joven que no tiene que trabajar ni es responsable de nada. Entonces la madrastra, entendiendo que debe educar desde el hogar, aprovecha que el chaval duerme y empieza a tocar su polla. Que se levante para complacerla porque algo tiene que hacer de utilidad para el hogar. Y como el padre tiene que trabajar, entonces él tiene que ponerse manos a la obra para darle placer a su coño. Alguien lo tiene que hacer.