¿Que esperas para follarme jovencito?

Nosotros no hemos tenido la gran suerte de experimentarlo pero solo de pensar que un buen día tu vecina te llama y te dice que pases a su casa porque quiere que le eches un polvo, es suficiente motivo como para que tu polla empiece a chorrear sin ni siquiera tocarte. Tampoco hace falta que sea una tía muy buena, basta con que sea una ama de casa normal y corriente pero muy viciosa porque como se suele decir: «no hay mujer fea por donde mea». Os dejamos con un tipo que ha vivido en sus carnes lo que os contamos para que sepáis de lo que os estamos hablando.