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Ya nos gustaría a nosotros tener la capacidad de convicción que tuvo este tipo para lograr que su preciosa hermanita madurita acabara follando con él. El caso es que cuando llegó a casa de trabajar ella estaba fregando en ropa interior, algo no muy usual si sabes que tu hermanastro llega sobre esas horas. Después de ver la carita sonriente que tenía estaba claro que aquello no había sido un descuido ni una casualidad, ¡ni de coña!, esta zorrita lo tenía todo estudiado y más que preparado y es que cuando nosotros hemos ido, las mujeres han ido y vuelto cien veces.