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Este muchacho es uno de esos «caza viejas» que se dedican a ir de tienda en tienda intentando conseguir lo que él hizo. En esta ocasión se trató de una librería, es un buen lugar para conocer a maduras e iniciar una conversación con ellas. La mujer no solo era mayor, sino que además y como puede verse estaba gorda. Pero así era como a él le gustaban, decía que les recordaba a su madre y siempre iba a la caza de maduras con sobrepeso. Cuando ella le invitó a su casa para enseñarle su colección de libros él sabía que le enseñaría su polla. Así fue, mientras la madura estaba con uno de sus múltiples libros el joven se sacó la verga y se la mostró. Ella se tapó la boca mostrando la típica reacción de mujer vergonzosa, era obvio que no estaba acostumbrada a eso. Pero echaba tanto de menos la polla de un jovencito que pronto la tendría en su boca. Mientras tanto el muchacho tocaba sus enormes tetas, estaba claro que era lo que más le había llamado la atención.
Finalmente ambos quedaron totalmente desnudos y penetró el coño de la gorda. Tenía uno de esos culazos que tanto nos gustan y con los que un tío joven como él disfruta apretando con fuerza. Al final se corrió sobre ella. Desde aquél día la madura visitó mucho más frecuentemente aquella librería.