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Quien tiene una vecina madura tiene un tesoro porque nunca se sabe si en cualquier momento te invitará a pasar a su casa y echar un polvo con ella. Estos vecinos eran amigos íntimos pese a que ella estaba casada, pero había algo entre ellos que no se podía explicar y simplemente estaban a gusto cuando hablaban. Él estaba divorciado y por lo tanto no tenía que dar explicaciones a nadie, mayor motivo para que se pasara todo el puto día en casa de la mujer. Como suele pasar confundieron la amistad con el sexo, pero en el primer polvo ella se enfadó mucho porque el cabrón se corrió dentro sin avisar.