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Sabiendo que su padre ahora hizo otra familia, le pareció buen momento para dejar a su madre y mudarse a un sitio donde todo sea más normal y no tener que ver como la vieja se prostituye por nada. Ya no quiere seguir siendo la burla del colegio y quiere estar en un hogar donde el incesto, no sea algo por lo que se tenga que preocupar. Sin embargo, con las tetas que tiene su madrastra, el hijastro no se puede resistir y mucho menos mientras ella misma le hace una mamada de polla. Ya que la tenía dura, no tuvo más opción que penetrar su coño y hacerla gozar.