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La casa es de las mujeres, pero su templo es la cocina. Ahí es donde realmente gobiernan, parece que es lo mismo que el trono de los reyes y por eso no deja que nadie se meta o que usen las cosas de una forma de la que ellas no lo han dispuesto. Algo que este madura pone en acción cuando ve que su hijastro, intenta limpiar algo con un paño que no es para eso. Ahí mismo salto sobre él y luego de algunos roces y toqueteo, se pone muy caliente. No pudo aguantar las ganas y termino follando con el chaval, quien impresionado y por miedo a que lo retaran, saco su polla y luego de darle una buena clavada dentro del coño, no se la saco hasta saber que estaba satisfecha.