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Ese día quería pasarla bien, tranquilo y sin ningunas sorpresas. Sin embargo, una cosa es lo que un hombre piensa y otra muy distinta y completamente diferente la que piensa el destino. Y este tío estaba destinado a montar los cuernos a su novia. Porque al ver a la suegra, se da cuenta que con esas tetas los chavales no se pueden resistir. Y él no iba a ser la excepción. Tampoco quería serla. Solo quería meterle la polla en la boca a esa zorra y que luego la madura se quitara la ropa para poder muchas horas follándola. Disfrutar su coño y jamás y nunca olvidar que la pudo clavar.