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A pesar de ser una pareja madura y llevar años casados no sabían mucho sobre el sexo, por lo que llamaron a una chica que les prometía ayudarles en sus relaciones sexuales. Al principio el matrimonio estaba muy nervioso, no sabía de que iba todo aquello y encima los estaban grabando. Pero ella era toda una experta y supo que hacer para que se soltaran. Sacó un juguete sexual y empezó a probarlo, luego le dijo a la mujer que se desnudara y se sentara sobre él para sentir placer, lo cierto es que le encantó. Su marido mientras tanto miraba intrigado como lo hacía. Luego la profesora sexual empezó a comerle la polla al hombre mientras su esposa seguía masturbándose, aquello era realmente excitante. Estaban más que preparados para desatar todos sus instintos, por lo que su esposa se tumbó en el sofá y su marido empezó a follársela como nunca había hecho en toda su vida.
Solo había que ver la cara de la madura para darse cuenta de cuanto estaba disfrutando de aquella follada. Así siguieron ante la atenta mirada de la profesora, hasta que al final entre las dos le comieron el rabo para que eyaculase, aunque el mérito se lo llevó su esposa.