Obligada a resolver la tensión sexual con su hijastro

Lo que le pasó a este estudiante es lo que todo universitario soñaría que le pasase y es que la bibliotecaria madurita se lo folle en uno de los pasillos. Además esta señora tenía unas tetas increíbles que eran la comidilla de los chavales cuando iba a estudiar porque eran casi tan grandes como un balón de fútbol. El caso es que la muy puta se fijó en un estudiante con muy buena planta y como no había nadie más puesto que era a última hora de la tarde, directamente se sacó las tetas y apareció de la nada dejándolo completamente loco.