El enfermero le pidió una paja

Hay veces en las que sobran las palabras porque hay determinadas cosas que dejan claro lo que está pasando y lo que debes hacer. Pues lo que pasó con la tía madura de este tipo es que mientras se la follaba por detrás en la postura del perrito se percató de que tenía el ano completamente dilatado y ella no paraba de gemir. Vamos, aquello era una invitación total a petarle el culo, y lo hizo, vaya si lo hizo, pero eso lo veremos en la siguiente entrega puesto que esta primera da para unas cuantas pajas de las buenas.