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A pesar de ser una octogenaria todavía sigue teniendo un interés desmedido por el sexo, algo insólito. Su cuerpo arrugado y su olor a vieja la diferencian del resto de mujeres, pero todavía sabe como complacer a un hombre joven. Una vez desnuda empezó a comerle la polla a ese tío, sabía bien como hacerlo. El muchacho era joven y le ponían bien cachondo las ancianas como ella, por lo que hacían buena pareja. Pero estaba claro que ese jovencito no se iba a conformar con un poco de sexo oral, por lo que abrió de piernas a la anciana y se la metió en su arrugado coño de vieja. Sorprendía ver lo cachonda que estaba, y lo fácil que lo hacía a la hora de cambiar de posturas. Incluso se podría decir que a pesar de su edad la puta llegó bien al orgasmo.
Eso si, para correrse se la volvió a chupar hasta que estalló en su boca y la dejó chorreando semen por su cara y sus tetas.