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Pedazo de mamadón le hizo esta casi cincuentona colombiana a su sobrino y cuánto disfrutó de cada milímetro de su pedazo de verga. Que no te engañen amigo, las mujeres puestos a elegir siempre van a preferir un rabo muy largo y gordo a ser posible, pero bueno, si no hay otra cosa se conformarán con lo que tengan. El caso es que siempre es mejor que sobre que no que falte y si algo le sobra a su sobrino es carne entre las piernas. Con la maestría que solo una madura puede tener, su tía se la chupó sin prisa pero sin pausa hasta conseguir sacarle ese preciado tesoro que es para ellas el semen calentito.