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Pocos amores hay tan puros, sinceros y reales como el que tienen las abuelas por sus nietos. A la inversa pasa exactamente lo mismo, aunque en el caso de los nietos y si tienen las hormonas demasiado revolucionadas, confundirán ese amor con cosas que no tienen nada que ver… La cercanía de este chico con su abuelita era extrema porque se ha pasado toda la vida con ella. Sus padres siempre están trabajando y es la única persona que ha cuidado de él pero de verdad. Esto los ha llevado a mantener una relación de incesto en primer grado de lo más excitante, tanto, que el chaval está obsesionado con correrse dentro de la mujer. Por suerte para él ya no se puede quedar preñada, así que tiene barra libre para vaciarse dentro cuando le plazca.