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Su abuela había sido prostituta en su juventud, y el chico acababa de enterarse de su pasado. A pesar de su avanzada edad y del hecho de que ya fuera abuela la mujer seguía ejerciendo ocasionalmente. Cuando su nieto le confesó que era virgen ya puedes imaginarte la cara que puso esta anciana alemana, no podía creérselo. Inmediatamente le dijo que se quitase toda la ropa, pensaba acabar con la virginidad del chico de una vez por todas.
El tío no era demasiado agraciado que digamos, un cuerpo feo y nada atractivo, pero al fin y al cabo era su nieto y una abuela haría lo que fuera por él. Tras quedarse en pelotas le comió la polla, se quedó allí tendido sin saber que hacer. Hasta la vieja le hizo una paja cubana de las buenas, de las que una buena puta sabe.
Aun así estaba alucinando porque no podía creerse que su abuelita tuviera tantos tatuajes y piercings, estaba claro lo zorra que era, y tenía claro que la iba a penetrar. Se la metió en su coño sin pensárselo, al sentir como su polla entraba él supo que ya por fin no era virgen.
Tras correrse sobre su abuela estuvo un rato jugando con su coño, era la primera vez que tenía uno a su alcance y quería aprovecharlo.