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Las fantasías de sexo con vecinas dan para mucho y más de uno podría escribir un libro contando anécdotas. Seguro que todos hemos soñado con tirarnos a esa vecinita cuarentona que está que se rompe de buena y los más afortunados habrán hecho realidad ese sueño. Ya rizar el rizo sería que además de tirártela lo hicieras por el culo, ni más ni menos que el colega que reventará el ojete de esta guapa mami. Sin vaselina, sin avisar y a pelo, el cabrón ni siquiera entró por su coño, directamente fue a la casilla del ano y se la clavó hasta el fondo.