Menudo polvazo con la vecina casada

Esta arreglando las cortinas y no lo puede hacer. Él sabe que será un problema con su mujer si esta llega del trabajo y ve que él todavía no ha hecho lo que ella le ha pedido. Y será otra noches más sin poder meterse entre sus piernas. Algo que no le preocupa mucho realmente. Ya que a su suegra le gusta mucho a cuatro patas y además, por el culo. Entonces solo espera el momento en que ella se pone como una perra para que le meta la polla y lo hace ahí mismo. Aprovechan que no hay nadie más en casa y entonces disfruta del placer de darle una follada anal a una vieja cachonda.