Negro insemina a una madura tetona

Ya de tanto tiempo trabajando ahí, dejan que ella haga lo que quiera. Despedirla sería un poco cruel, además tiene el mismo salario de cuando empezó a trabajar y entonces no representa un gasto. La gente se acostumbró a ella en el hospital y por eso la quieren seguir viendo. Aunque la mujer, tiene 92 años, ha logrado seducir al ginecólogo de turno y hace que este le meta la mano dentro del coño. Luego ella misma le hace una mamada de polla para que se le ponga dura y se amine a follarla. Algo que consigue muy rápido porque la anciana es toda una zorra.