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Es enternecedor, por no decir fascinante e impresionante. Incluso se puede decir que todas al mismo tiempo. Su vitalidad es imposible. Tiene 80 años y todavía la abuela quiere follar. Eso es inspirador. Ver como se come mi polla y ella misma abre sus piernas para que yo penetre su coño, es más que fascinante. Es un ejemplo de vida y alguien tiene que escribir un libro al respecto. Las lamidas hacen que se vuelva un poco loca y deje salir la puta que siempre ha llevado dentro. Esta vieja es de las personas que voy a extrañar cuando no este. Me siento afortunado de tenerla.