Luego de chupar el chocho a su madre su obligación es follarla

Cuando el abuelo se fue, pensó que ya todo había acabado, justo en ese momento empezó la nueva modernidad y la suerte le empezó a sonreír. Ahora no hay que irse a un campo a morir para darle paso a los de menos edad, se puede seguir viviendo la vida. Y esta abuela, a sus 70 años, sigue igual de ardiente como en sus mejores tiempos. Su coño sigue necesitando una polla, algo que sus nietos y cualquiera de los chavales que puede pasar por su casa, entiende y además aprovecha. Porque follar con una vieja es una experiencia que nadie se puede perder.