El coño de la octogenaria le volvía loco
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El amor no se puede medir y tampoco se puede limitar. Esto es obvio para una mujer que lleva nueve meses a una persona dentro de su vientre. Es necesario mucho amor y también compromiso para hacerlo, algo que se toma muy a la ligera en estos días. Y sobre todo para mujeres viejas como esta, que tiene 60 años y todavía hace que su hijo se corra como la primera vez que chupo su polla. Hace mucho de eso y todavía tiene la capacidad de hacer que él tenga placer mientras la está follando. Incluso puede montarlo sin sufrir ningún daño por la osteoporosis y esas mierdas.